El circulo de la Verdad
La tormenta golpeaba las ventanas de la pequeña habitación furiosa. Libia husmeó por los cristales y se encontró un cuarto poco iluminado con la tenia luz de algunas velas sobre una mesa en la que habían cartas y piedras pulidas. Con las manos temblorosas se debatía entre el miedo y la desesperación. Había escuchado hablar de La dama de blanco, una vidente famosa por sus predicciones infalibles, aunque también decían que sus fuerzas iban más allá de lo humano y que su don era en realidad una maldición.
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